Nicola Constantino

Análisis de una Polémica “Savon de Corps”

Introducción
El objetivo de este trabajo es el análisis del desarrollo de la critica ante la polémica desatada por la muestra “Savon de Corps” de la artista Nicola Costantino, que se inauguró en simultáneo junto con “Animal Motion Planet” de la misma artista.
A lo largo de este análisis se podrán observar los momentos en que esta muestra fue funcional al discurso del que escribe. También se podrá notar la pluralidad de opiniones de algunas publicaciones que, según quién escribe toma partido o no por la artista. Y por último, se observará la forma en que se irá derrumbando el discurso de Costantino a medida que pretenda defender su posición, la que, finalmente quedará al descubierto.
Se tomó el criterio de hacer el análisis por publicación y dentro de la misma por fecha.
La Muestra
“Savon de Corps” • Aroma dulce de leche y caramelo, 100 jabones con el formato de su torso.
“Animal Motion Planet” • Máquinas ortopédicas para poner en movimiento nonatos.

AMBITO FINANCIERO
2 de agosto de 2004Ámbito Financiero (Lunes) • no se menciona al columnista •
La información sobre la exposición sale en el cuerpo del diario dentro de la página Espectáculos; lugar que en contadas ocasiones aparecen noticias sobre arte. Se hace mención descriptiva de la obra “Animal Motion Planet” en la Galería Benzacar e informa que el 3 de agosto se presenta “Savon de Corps” en el Malba.
“Hasta ayer Costantino manipulaba la carne como materia primaria de su obra, ahora en la galería Benzacar presenta unos caballos mecánicos que según sus propias palabras “son un homenaje a la tecnología a la vieja usanza, a la vieja mecánica elemental…”
El que escribe no tenía muy claro qué era lo que se presentaba en Benzacar ya que los llamados “caballos mecánicos” no era otra cosa que máquinas ortopédicas que ponían en movimiento en forma virtual animales nonatos. Esta fue la única mención que hizo Ámbito en cuanto a las dos muestras. El que no se haya incorporado a la polémica de los jabones, es una posición respetable, pero el no haberse informado sobre el tema de las muestras, no es respetable para un medio de comunicación.
Es llamativo que en el suplemento de arte que es mensual, no se haya mencionado en absoluto ninguna de las dos muestras.

INFOBAE
9 de agosto de 2004Infobae cuerpo del diario página Infovip (Lunes) •
Presenta la polémica muestra como un evento de la Hight Society, con las fotografías de los personajes más destacados de la sociedad en grupos al mejor estilo revista HOLA. Sin ningún comentarios sobre la muestra, desde el nombre del suplemento hasta la forma de presentar el evento es desesperadamente liviano y hueco.

LA NACION
8 de agosto de 2004Suplemento cultural de La Nación (Domingo) • Jorge López Anaya
“Mecanismos despiadados. Nicola Costantino exhibe en Ruth Benzacar máquinas para zombis, un film con nonatos y un provocativo Savon de Corps que fue prestado en el Malba
Con extensas descripciones se habla de la obra completa de la artista; no se critica su arte pero demuestra desaprobación en el método que utiliza. Esto nos introduce en la muestra “Animal Motion Planet”.
“Desde hace una década, el trabajo de Nicola Costantino gira alrededor de la muerte.
…Desde entonces optó por lo abyecto (el cadáver, para Julia Kristeva, es el signo más extremo de la abyección). Sus obras también pueden ubicarse en el registro del arte “despiadado” (para utilizar la precisa expresión de Paul Virilio).
…los Chancho-bola… que parecían encerrar en su interior el testimonio de alguna muerte violenta, criminal o catastrófica, no natural.
…en la galería Ruth Benzacar con el título Animal Motion Planet, los animales muertos están sugeridos por las terribles máquinas ortopédica… los aparatos que no dejan de remitir a Locus Solus, un libro que Raymond Roussel publicó en 1914 funcionan a la perfección…
…Un breve filme que se proyecta en un espacio anexo, muestra un grupo de animales nonatos… que caminan a los tumbos y realizan las acciones físicas de manera mecánica, con la mirada helada y desenfocada.”
De todos los comentarios sobre ésta obra López Anaya ha sido el que más fielmente la ha descrito y por sobre todo fue el único en explicar de qué se trataba el film que la acompañaba.
Luego de esto nuevamente utiliza la obra anterior de la artista realizada con calcos en siliconas de piel humana para introducirnos en “Savon de Corps”.
“La moda, “hermana de la muerte”, como diría Giacomo Leopardi, está presente también en otra de las obras expuestas por Costantino: el Savon de Corps.
…Más allá de la erótica invitación y del deseo consumista que pueda provocar el anuncio, la obra suscita cierto malestar. Sin duda, lo traumático es la posibilidad del contacto del propio cuerpo de la artista. Los fluidos del “otro” son sucios, repugnantes, abyectos.
…La instalación de Costantino dirige su discurso hacia el cuerpo y la obsesión por la belleza y la juventud, la cosmética de lujo, la publicidad de los productos deseables, etc. Aunque se utilizó la grasa extraída del cuerpo de la artista, y la intención está explícita en la obra de toda una década, es inevitable la controversial referencia a las atrocidades nazis. Los fantasma del exterminio, del horror, no dejan de sobrevolar en el siglo XXI.”
Evidentemente a López Anaya la obra de la artista le da cierto asco, lo expresa cuando dice que no esta dispuesto a compartir “fluidos sucios y repugnantes”. Por otro lado justifica la utilización de estos “fluidos” apoyándose en la obra anterior de la artista como un hecho que se decantó por sí mismo, como algo que se podía prever en ella. Curiosamente el tema del Holocausto lo toma como si fuese un parangón inevitable pero no intencionado. Le provocó más impresión la posibilidad del contacto con el cuerpo de la propia artista que el hecho de que hubo un acto indiscutiblemente intencionado, el cual hacia referencia explícita a una de las peores masacres contra la humanidad.
Se centró más en hacer referencias eruditas y en lo que la obra le provocaba a él, que en la obra en sí misma.
Los jabones lo golpean pero no por los lugares obvios, su discurso es sumamente medido con respecto al tema álgido de la polémica punto en el cual no quiere tomar partido, y al cerrar con el CV de la artista hace un intento de borrar cualquier animosidad contra ella.

8 de agosto de 2004La Nación revista (Domingo) •
Menciona la inauguración de la muestra “Animal Motion Planet” en Ruth Benzacar; “Savon de Corps” que es la otra muestra que se inaugura en simultaneo no se menciona. Si no existió el compromiso desde el artículo de fondo en el suplemento cultural donde escribe el experto en arte, mucho menos se puede esperar de un cuarto de columna en la revista de interés general, que no firma nadie y que es parte de algo que estaría funcionando como agenda.

PAGINA 12
3 de agosto de 2004Página 12 (Miércoles) • Fabián Lebenglik
Cuerpo del diario en el suplemento Plástica
“Ortopedia y lipoaspiración”
En su introducción al tema nos deja claro que conoce a la perfección la obra de la artista y a la intención que ella pone en su discurso cuando dice:
“…es una provocadora y su obra siempre divide aguas, generando reacciones de atracción y de rechazo”.
…la artista puso en evidencia los mecanismos usualmente invisibles de la industria de la muerte en la que se basa la alimentación y que rige buena parte de la cultura gastronómica mundial.
Es obvio que las grandes matanzas a escala y las maquinarias de aniquilación son prácticas extendidas contra el propio género humano.
…la historia señala cómo se sistematizó y perfeccionó esa maquinaria mortal durante la era hitleriana, la de la dictadura argentina, la de los Balcanes, la de los bombardeos a Irak.”
De la conservación de las especies animales y nuestra alimentación carnívoras llegamos de un plumazo a Irak, por lo que cabe hacerse la pregunta ¿tenemos que dejar de comer carne para que deje de desaparecer gente o paren los bombardeos en Irak? Le esta poniendo a la muestra un peso que no tiene.
“…El infierno de cadáveres de nonatos establece un correlato evidente con la política implícita de exclusión, darwinismo social y eliminación del más débil: de la “poda social” que generan las políticas de exclusión, las democracias débiles y el capitalismo salvaje.”
De esta forma introduce a presión un tema político haciendo a la obra funcional a su propio interés, en una forma no menos cruda y cruel de lo que puede llegar a ser la propia artista. Mas a delante la compara con Mary Shelley y su golem hecho de restos humanos sólo que, Costantino utiliza animales; cuando en realidad de lo único que se trata es de mostrar las máquinas que les darían movimiento.
Su discurso esta impecablemente armado pero no por ello deja evidenciar la intención de incorporar otros temas que nada tuvieron que ver con la muestra.
Poco habló de la gran polémica que iba a suscitar “Savon de Corps” con su frase “Toma un baño conmigo”. Sí nos hizo conocer que el texto estuvo inspirado en “Le Savon” de Francis Ponge y finaliza:
“Con esta propuesta tan polémica, y según el sentido que la artista le dé a su jabón hecho con tejido adiposo propio, hoy volverá a dividir aguas.”
¿Esto es todo lo que tiene para decir sobre la obra más polémica? ¿Qué pasó con el Holocausto, Hitler y la gran provocación que esta muestra supone? A caso esto no es polémico ni trae recuerdos crueles y amargos del pasado? Es peor que maten animales a que hagan jabón con la gente?
Hace un planteo desproporcionado para ambas exposiciones; en una por demasiado y en la otra por omisión. No toma partido sino que la utiliza para decir algo que en un artículo planteado bajo el contexto político social, hubiese sido más acertado.

9 de agosto de 2004Página 12 en cuerpo principal (Lunes) •
José E. Burucúa – Lic. En Historia de las Artes • Tom Lupo – Psicólogo, escritor y periodista
“Los límites del arte en la mirada del horror”
• “El Kitsch proyectado sobre la muerte” • por José E. Burucúa
El discurso de Burucúa explota por la ofuscación, su erudición no lo salvó de ponerse al descubierto y de tomar la decisión errada de recomendar en dos oportunidades al lector que no vaya a ver la muestra, acto paternalista que nos lleva a la deducción de que el espectador común no esta habilitado para ver y juzgar este tipo de obra por sí mismo
“…me permito ejercer también algunos derechos, por ejemplo, el de decir en voz alta cuanto pienso,… y el de exhortar a quienes me lean a no asistir a la muestra de Nicola.”
El buscar la provocación ha sido el punto clave de esta muestra disfrazada de crítica social, estrategia que Burucúa descubre de inmediato y advierte sobre la diferencia entre la crítica social articulada con el arte y, el arte disfrazado de crítica social. Fue el primero en enunciar abiertamente el sentido provocativo despojado de cualquier otro aditamento; pero esto sólo ha sido una luz en el camino que se apagó por la propia ofuscación.
“Nicola ha buscado provocar un estremecimiento en el público, atenuado quizá… a través del mundo amable de lo cotidiano, pues esto es lo que implica el haber perfumado y haber dado formas sugerentemente eróticas a los jabones.”
Articula las razones por las que el espectador debe dar la espalda a la muestra emparentando la obra con el genocidio nazi, que es el punto de conflicto enunciado desde el primer momento en que salió a la luz la obra, pero dándole un nuevo giro, la vincula con el kitsch, deducción que hace gracias a los estudios de Friedlander, sólo para lectores entendidos.
“Tal producción de un cierto temblor interior, finalmente edulcorado por una estetización ramplona, parecería vincular el arte de Costantino con el kitsch.
Pero claro, el kitsch proyectado sobre la muerte engendra conglomerados significantes y emocionales que, gracias a los estudios de Saul Fredlander… hoy descubrimos íntimamente asociados a las prácticas culturales nazis. De manera que el mecanismo estético por el cual nuestra artista suponía, si es que esta suposición existe, desnudar el horror nazi, no hace más que reproducir y legitimar un carácter de esa misma cultura…
La proyección kitsch de Costantino se ha ejercido sobre el acto y el efecto de la producción industrializada del asesinato en masa.”
De Friedlander pasamos a “Los Endemoniados” de Dostoievsky que lo lleva a una retórica donde todo es posible para una elite de conocedores, que por otro lado es al tipo de público al que él se está dirigiendo:
“…el principio de que todo está permitido a la élite de los lúcidos autoformados, autoelegidos y autoimpuestos para el gobierno de las masas.
…el escrúpulo y el control ético son instrumentos interiorizados en las almas de los simples con el fin de su más eficaz sojuzgamiento.
A nosotros, los iluminados y conscientes, nos toca ser libres y también sufrir; a los otros, los sometidos, trabajar, subsistir, recostarse en la moralina y vivir así seguros de que el mundo tiene un sentido. En síntesis, me permito aconsejarle, artístico lector, que no vaya a la exposición de Nicola Costantino. El frisson de su contacto con los jabones puede convertirlo sin que usted se dé cuenta, en el contemplador indulgente, a gran distancia en el tiempo y en el espacio, de un crimen sin nombre.”
Son admisibles la crítica y el repudio hacia la utilización en forma indiscriminada de temas delicados, y también en poner en sobreaviso al espectador sobre lo que va a ver, pero de ninguna manera es viable la recomendación del “no vaya”; esto fue lo que dio pie a la artista a que le responda utilizando sus mismas palabras. Por otro lado finaliza el artículo con recomendaciones a la artista en tono irreverente y de superioridad, neutralizando su discurso.
“Y vos, Nicola, volvé sobre tus pasos, todavía te creo capaz, por otras cosas tuyas que conozco, de hacernos mejores gracias a la transmisión de tu sensibilidad y de tu experiencia estética.”
• “Yo seré un grasa, pero hay cosas que me dan un jabón” • por Tom Lupo
Desde el principio deja claro que se siente molesto con la realización de los jabones con grasa lipoaspirada. Relata la historia que le cuenta su vecina judía que había estado en un campo de concentración en Polonia, hecho que a la hora de justificar el rechazo hacia la obra es poco relevante, ya que se puede arribar a la misma conclusión ética sin la necesidad de haber estado en un campo de concentración.
“…le conté el hecho como una cosa más. La anciana se perturbó notoriamente y de su relato les cuento que cuando metían a los judíos en los trenes que los llevaban a los campos de exterminio, en el andén, la multitud coreaba: “Vas para jabón”. Ella no puede olvidarlo y esta noticia la horrorizó.
…Entonces pensé que cuando hubo un horror tan grande, la ética sugiere que por lo menos uno analice los alcances de una muestra así.”
Luego se sumerge en la disyuntiva de si la artista conocía o no el hecho, cosa por demás obvia, esto lo utiliza para cuestionar el arte que desde las vanguardias históricas hasta nuestros días se ha acompañado de un manifiesto o ha necesitado de quién lo decodifique para poder ser entendido.
“En el arte combinatorio, en un collage, uno admira el resultado de la combinación final, pero los elementos están a la vista. Aquí para ser considerado arte, alguien tiene que contarle previamente la historia al espectador. Y uno puede decir, ¡ay! De las obras que no pueden explicarse o seducir o repugnar por sí mismas.”
El hecho de que un lego entienda o no una obra no la hace menos obra, aquí la cuestión esta pasando por otros canales que nada tienen que ver con la comprensión de la obra que en su defecto será decodificada para el público en general por los críticos de arte.
“Tal vez debería empezar a conservar mis heces, posible materia prima fecal de un futuro monumento a lo que hacen algunos seres con la vida de otros seres o con sus recuerdos más sagrados.”
A lo largo de la nota el Sr. Lupo dejó claro que leyó a Freud y a Barthes, pero también que no conoce la obra de Manzoni. Creo que perdió el horizonte, es una nota crítica pero que no conduce a ninguna parte ya que las reflexiones que hace sobre el arte son pobres y denota escaso conocimiento; en la materia tuvo una pequeña luz cuando se refirió a la ética pero que inmediatamente se apagó. Es psicólogo, escritor, periodista… ¡también crítico de arte?

17 de agosto de 2004Página 12 en cuerpo principal (Martes) • Nicola Costantino
Polémica por la muestra “Savon de Corps”. “No es sobre el Holocausto”
En este artículo la artista contesta a Burucúa y Lupo y explica la motivación de su obra, pretendiendo una inocencia que nadie cree.
“Quien tomó el compromiso de llevar a cabo una acción en el mundo, de hacer arte, se presupone bueno, se presupone inocente”, sostenía el artista húngaro László Moholy-Nagy. Yo como artista, vivo un impulso creativo libre de segundas intenciones.”
Toma extensas frases de Moholy-Nagy, esto intenta ubicarla al mismo nivel de erudición que sus detractores, ya que en estos artículos nadie ahorró en citas de teóricos, grandes novelistas y hasta el padre del psicoanálisis.
“Mi obra no es una reflexión sobre el Holocausto ni se nutre de él… la película estadounidense “El club de la pelea” (1999), donde, en una crítica ácida a la sociedad de consumo, los protagonistas roban grasa de una clínica de cirugía estética con el fin de hacer jabones y vendérselos a los ricos para que se laven la cara con su propio culo.”
El film va a ser su caballito de batalla para justificar su postura crítica hacia la ferocidad de la sociedad de consumo, olvidando que ella y su obra se están nutriendo de esta sociedad, o tal vez su intención consistía en hacer que los ricos coleccionistas compraran su obra para lavarse la cara con el culo de ella.
“Así fue como, considerando seriamente los posibles errores de interpretación y el debate que podría generarse, supedité la realización del proyecto a la opinión de autoridades religiosas e institucionales judías.”
Por lo visto no se “presupuso inocente” y su arte no está “libre de segundas intenciones” ya que de haber sido así no hubiera existido la necesidad de la consulta. Es difícil creer que la obra no iba a provocar estupor sobre todo cuando se está banalizando un hecho tan doloroso como el Holocausto, que no sólo hiere al ser judío sino que hiere al ser humano. El planteo se lo esta haciendo desde el lugar de la polémica y no desde la ética.
“Todos comprendieron perfectamente el sentido de la obra y consideraron beneficioso el debate que podría suscitar.”
Este hecho fue beneficioso para ambas partes, ella se ubica en el candelero y para la comunidad judía se puso en vigencia un hecho que por muy doloroso que sea, con el correr del tiempo ha perdido actualidad y fuerza. Fue un discurso funcional para ambas partes; sólo que hubiera sido mas sano y provechoso si lo hubiesen hecho abiertamente y de forma explícita.
“Hay quienes no lo entienden así y recomiendan, desde un lugar de “lúcidos autoformados”, no asistir a la muestra de Nicola Costantino, menospreciando la capacidad de juicio del público.”
Como dije anteriormente la artista utiliza las mismas palabras de Burucúa para darlas vuelta y ponerlas en su contra.
“Tom Lupo, es notorio que desconocés mi obra y la obra de Piero Manzoni: guardá tu mierda si querés, pero ya lo hizo él hace más de cuarenta años.”
Tom Lupo perdió la oportunidad de callar sobre un tema que no conoce dando lugar a que lo dejen mal parado, tapando la anécdota de la ancianita judía para dejar en descubierto su ignorancia sobre la historia del arte.

SUPLEMETO Ñ
31 de Julio de 2004 Suplemento Ñ de Clarín (Sábado)• Ana María Battistozzi
Columna Pistas
“Arte Cosmético ¿Crítica ácida del consumo o pura salvajada?”
Battistozzi nos da la pauta de su posición desde el título de la columna. Luego de arremeter contra las “sofisticadas damas del coleccionismo” en un tono sarcástico, nos hace entrever que las ubica dentro de la misma tónica superficial de la artista. Y por último la alusión poco feliz la dispara contra Adorno, tal vez para decir que luego de Auschiwtz no sólo no murió el arte sino que lo está alimentado, por lo menos en esta obra. Podemos tomar en cuenta el razonamiento desde ese lugar pero, lo de “paparruchada” está fuera de lugar.
“…Todo indica que su línea Savon de Corps, será un éxito entre las audaces y sofisticada damas del coleccionismo local e internacional que ya se animaron a sus diseños de abrigos imitación piel humana y joyas en oro con diseño ristras de pollo.
¿alguien recuerda Auschiwtz y a un tal Adorno diciendo paparruchadas sobre le futuro de la poesía?…”
Este ha sido el primer indicio antes de la inauguración; ya que el comentario se publicó días antes de la apertura de la muestra.

14 de agosto de 2004 • Suplemento Ñ de Clarín (Sábado)• Ana María Battistozzi
“El animal y la máquina”
Utiliza una ilustrativa descripción de la obra de la artistas desde sus comienzos en los ’90 como lo irán haciendo cada uno de sus detractores para vincular su trabajo con lo perverso. A estas alturas uno imagina que se esta refiriendo a la polémica muestra “Savon de Corps”, error, este discurso estaba apuntado a la muestra “Animal Motion Planet”.
“El vínculo con el diseño, la ornamentación y el consumo que establecieron desde un principio sus trabajos invariablemente se orientó hacia un costado perverso.
¿Natural inclinación de la artista o implacable vocación de instalarnos en la charca que habitamos?
Paul Virilio ha llamado “despiadado” el arte que, como el de Costantino, a menudo se solaza en la desmesura y el choque que producen sus imágenes.…
…Animal Motion Planet, la obra que presenta ahora, y al mismo tiempo se aparta radicalmente de su brutal sistema de presentación”
Es evidente que Battitozzi decidió atacar por el lugar menos esperado. A las máquinas para dar movimiento a nonatos las acompañaba una película con dichos nonatos en movimientos artificiales, como si estuvieran puestos en las máquinas y al respecto dice:
“…de las maquinarias que presenta, el video que elige para acompañarlas vuelve las cosas a sus comienzos. Se diría que tiene poco que agregar. Bastarían sólo las máquinas y los dibujos de sus proyectos. Pero la artista, quizá engolosinada con los efectos más espectaculares de su obra, pareciera no poder aprovechar a fondo los ribetes más rigurosos de este nuevo rumbo.”
Justamente el punto era que se vieran a los animales haciendo los movimientos de las máquinas pero sin estar en ellas, por otro lado, el camino no es poner límites al acto creativo sino romperlos. Tal vez Battistozzi a lo que quería poner límites era a los jabones que se mostraban en el Malba cuya exposición apenas menciona; da la sensación de que habla de una muestra cuando en realidad quiere atacar a la otra.
“Uno se inclinaría a pensar, además, que toda la novedad que aporta este sistema de maquinaria, en cierto modo, se ve debilitado también por la inclusión de Savon de Corps, el último de los polémicos proyectos de la artista que presento la semana pasada en el Malba.”
En esta nota la crítica pierde la oportunidad de calar mas profundo en lo que fue un adelanto en Pistas de dos semanas atrás. Se quedó en una crítica sin argumentos válidos a la muestra “Animal Motion Planet” y apenas al final hace una breve mención de “Savon de Corps” que era el lugar para explayarse. Es como tirar la piedra y luego esconder la mano. No queda claro por qué no siguió con la misma línea que parecía haber tomado al principio. Todo termina en una triste mención de la muestra más polémica, y ni siquiera se puede decir que haya sido una estrategia de no mencionarla para no darle difusión.

28 de agosto de 2004 • Suplemento Ñ de Clarín (Sábado) • Socorro Estrada •
Reportaje a Nicola Costantino
“Mi obra no reflexiona sobre el Holocausto”
Después de los dos artículos de Battistozzi, la encargada del reportaje, es una periodista de segunda línea dentro de esta publicación.
En sus respuestas la artista sostiene un doble discurso del cual la periodista no supo sacar partido (o en realidad esa no era la tarea encomendada) quedándose en la superficie y dando espacio para que explique lo inexplicable, luego de los violentos ataques recibidos en otras publicaciones.
La primera oportunidad que desaprovecha es cuando Costantino dice que su obra no trata sobre el Holocausto, pero, que consultó a autoridades judías para saber su opinión; esta consulta previa es la que la pone en evidencia, punto que Socorro deja escapar. La crítica a la sociedad de consumo es poco clara y lo que demuestra es que en realidad fue ella y no la sociedad la que retoma “ese horror por la vía del consumismo”; la obra fue creada para ser coleccionada y consumida entregándose de a pares, uno para usar y el otro para coleccionar, o sea, que no es ni una obra efímera ni una obra de colección, es un híbrido insertado a presión en un discurso supuestamente crítico.
“Igual, consulté con tres importantes autoridades judías y ellas entendieron el proyecto y consideraron que si generaba polémica, esos también sería positivo en términos de memoria de la Shoa.
Lo que yo señalo, en definitiva, es que podemos llegar otra vez a ese horror por la vía del consumismo, y de los Hitler de hoy.”
La obra puede tener que ver con el consumismo, la cosmética, la publicidad, el Holocausto, los judíos, los coleccionistas… o con un discurso enrarecido para alimentar el narcisismo perverso de la artista.
“Quién la compre se lleva una parte de mí. Y eso también vale para los coleccionistas. Esa retórica es la que justifica además la idea de lujo y vanidad que hay detrás de mi obra.…
…Sí también me reconozco como la tarada, la ingenua víctima del sistema que quiere hacerse una lipoaspiración por estética. Me parece honesto admitir también lo que me avergüenza”
No vamos a caer en la falacia de la “víctima ingenua”. Ahora bien, esta nota apunta a que la artista se explique o a que se ponga en evidencia?.

9 de octubre de 2004 • Suplemento Ñ de Clarín (Sábado) • Alberto Giudici •
“Los límites éticos del arte”
Entre todos los que participaron en la discusión Giudici, fue el que tomó distancia del debate y por lo tanto el que pudo reconocer con mayor precisión los manejos estratégicos de la artista.
“... porcentaje de tejido adiposo de la anatomía de Costantino: poco, pero lo suficiente para que el ominoso recuerdo del nazismo y la macabra elaboración de jabones con grasa de millones de judíos masacrados en los campos de concentración desatara la polémica.¿en qué medida la artista rosarina era consciente de ello buscando deliberadamente instalarse en el ojo de la tormenta? ¿crítica al consumismo o puro narcisismo, violentando un limite que traspasa el del arte para rozar el de la ética?”
Lo que hace Giudice es un análisis de lo dicho hasta el momento y marca 3 puntos de tensión fundamentales en el discurso de la artista. El primero, tiene que ver con la cita de Laszlo Moholy-Nagy, que apunta hacia un lugar de justificación de corrimientos de límites, hecho legítimo dentro del arte; el segundo, fue el relacionar su obra con la película “El club de la pelea”, sólo que ésta es una débil justificación ya que en el film “el mensaje era tan explícito, que nadie vio otra cosa que lo que estaba viendo”, por el contrario la obra de Nicola es tan ambigua que fue lo que dio origen al conflicto; el tercer punto y donde se desmorona verdaderamente su discurso es el de haber consultado a autoridades religiosas judías.
“¿qué debate? ¿que el soporte de una obra puede ser el mismo que alimenta el recuerdo del horror? Después de negar toda segunda intención (el Holocausto) Costantino pareció encerrarse en su propia trampa.”
También cita una carta a La Nación, del que fuera director de la revista El Porteño, Gabriel Levinas, donde señaló:
“... haber hablado con uno de los consultados quien le aseguró que no estaba debidamente comprobada la elaboración de jabón con el cuerpo de las víctimas; el otro-añadía Levinas- era un rabino perteneciente a un apocalíptico grupo que sostiene “que los seis millones de judíos muertos habían pagado con sus vidas por algo que, según Dios, merecían”. La luz verde era más que dudosa y erraba en el blanco.”
Si había algo más para defenestrar a la artista, este dato no es poco valioso. Luego de la frase: “El arte en sí no tiene límites ajenos a sí mismo. Los marcos los aporta la ética”, Giudice nos hace una reseña importante sobre los artistas internacionales que han jugado con los límites entre la estética y la ética: Santiago Sierra y sus iraquíes rociados con poliuretano, en denuncia a la invasión a Irak; los excrementos enlatados de Piero Manzoni cuyo objetivo era denunciar la frivolidad del mercado; el austriaco Schwarzkogler quien se amputaba su pene, centímetro a centímetro mientras un fotógrafo registraba la acción.
“heridas, despellejamientos, incisiones en la carne fueron los procedimientos más descarnados de lo que a partir de los 60 se conoció como body art.”
Si bien Giudice lo presenta como ejemplo de que no es la primera ni la más novedosa en hacer este tipo de prácticas, uno se inclina por reflexionar: son artistas que corren límites, o seres sin límites que se escudan en el arte apoyado por otros seres sin limites que emulan en ellos sus propios deseos reprimidos?. Seres que se regodean a través de la provocación perversa utilizando como excusa la crítica a políticas económicas, sociedades de consumo, etc., descubriéndose luego a ellos mismo como consumidores sin ninguna esperanza de obsecuencia en su accionar en contra de aquello que critican.
Giudice también levanta el debate suscitado en el Grupo Ramona 2002, en el cual intervienen no sólo artistas plásticos.
“un grupo Yahoo que se armó espontáneamente hace dos años para intercambiar puntos de vista polémicos por correo electrónico, ardía en un ping pong de opiniones de gente relacionada con el mundo del arte...”
La que escribe, alguna vez se suscribió al grupo de debate porque le pareció interesante el intercambio de ideas, pero como tantos otros, se retiró cuando varios miembros al no ponerse de acuerdo en ciertos temas, optaron por insultos, los que tomaron proporciones fuera de los límites del decoro y el respeto por lo que piensa el otro... ya que hablamos de límites, ética y estética. No obstante esto Giudice concluye su artículo con una pregunta que se hace el artista Waissman, integrante del grupo Ramona 2002 que dice:
“¿Hasta dónde la incorporada manera de llamar la atención como un plus de la obra, será más importante que la obra misma?”.
Quizá la trivialidad que encierra la fallida historia de Savon de Corps pasa por ahí.”
La trivialidad será el nuevo paradigma que divide la estética de la ética?

16 de octubre de 2004 • Suplemento Ñ de Clarín (Sábado) • Leon Ferrari
Correo de lectores
“Polémica I: Nicola”
No podía faltar en este debate la deriva anticatólica del artista León Ferrari, aprovechando la situación para insertar su propio discurso en un tema que no lo meritaba:
“Callados ante cuadros que muestran el antisemitismo cristiano, atacan a esta artista sin darse cuenta de que Auschwitz es un producto de nuestra cultura y que la Capilla Sixtina es un eslabón, hermoso y terrible, de la cadena que une al Evangelio con el jabón de los campos nazis.”
Ferrari, realmente defiende con sinceridad la obra de Nicola? o es otro más que la utiliza para hacerla funcional a su discurso? Evidentemente la herida que dejó la desaparición de su hijo y los años de exilio sufrido por él, viendo a un país destrozado y devastado con acuerdo y bendición religiosa es lo suficientemente profunda para no invalidar su discurso por más reiterativo que sea, pero creo que no es suficiente para armar un juicio de valor en este tipo de debate y mucho menos para aseverar:
“Nicola es una grande, valiente y renovadora artista... demostró su talento y su empeño en descubrir nuevas formas de expresión para interpretar y mostrarnos desconocidos mundo paralelos al nuestro.”
Más allá de la valía de la artista esto último es desproporcionado si tomamos en cuenta por que lugares giró el debate. Es una defensa un tanto engañosa.

13 de noviembre de 2004 • Suplemento Ñ de Clarín (Sábado) • Leon Ferrari •
“Los crímenes, el arte y la religión”
Nuevamente León arremete con su discurso anticatólico, pero esta vez con un artículo a doble página que le concede Ñ, para supuestamente defender la obra de Nicola. Y digo supuestamente porque utiliza el debate para atacar a los artistas del Renacimiento:
“…creaban una nueva imagen del mal: en sus hermosos cuadros la serpiente tiene torso de mujer: es un diablo-mujer-serpiente. La obra de Costantino puede ser vista como la de una artista que lucha contra la misoginia cristiana que los cuadros de aquellos artistas ayudaron a desarrollar, cuadros que pocos o nadie cuestiona.
El antisemitismo cristiano que se originó en los agravios de Jesús a sus contemporáneos judíos…”
Justamente no reconoce que, a lo que se apunta, es a que no se tome a la ligera el sufrimiento del pueblo judío. Estas opiniones son sólo el preludio de lo que iba a ocurrir con la inauguración de su retrospectiva en este mismo mes.
La lectura detallada de la Biblia que hace León Ferrari me recuerda a un compañero de estudios, judío él, que se tomó el mismo trabajo en la lectura del Nuevo Testamento, sólo para demostrar que los dueños de la verdad eran ellos y remataba su discurso diciendo que hacia 2000 años que un romano se estaba riendo, refiriéndose a la virginidad de María, cada uno maneja la misma información como le parece dándole connotaciones diversas como ocurrió con la obra de Nicola.
Concluye:
“Las recientes elecciones en EE.UU., que convirtieron a la cabeza del mundo en lo que alguien llamó “Jesús Land”, indican que estamos volviendo a la Edad Media y que Bertrand Russell tenía razón cuando dijo que la religión es una fuerza del mal.”
Metemos todo en una coctelera sacudimos y sacamos un discurso tan antimesiánico que termina siendo mesiánico en sí mismo. Por otro lado temas que tomados individualmente tienen sentido al meterlos juntos en la misma bolsa, lo pierden.

REVISTA H
20 de junio de 2005 • El Gráfico online, Revista H • Nicola Costantino •
“Y vos qué onda?”
Tanto El Gráfico como la Revista H tienen como target el mundo masculino, y este fue el comentario de presentación del artículo:
“Por vender jabones con grasa de su propio cuerpo la acusaron de apologista del Holocausto. Pero ella es artista plástica y se la banca. “Bañate con la grasa de mi culo”, propone. Trabajó con pezones y anos, y guarda bichos muertos en el freezer. Vive sola. ¿Te le animás?”
En este pequeño artículo y separada ya un año de la inauguración de su muestra, a Nicola no sólo se le derrumba el discurso sino que muestra a las claras su total superficialidad e intensión. Es un artículo corto y preciso que reproduzco en su totalidad.
“El tema de conectarme con el nazismo estaba dentro de las posibilidades barajadas antes de lanzar mi obra ‘Savon de Corps’ -grasa lipoaspirada de la artista volcada en jabones-, porque la combinación provoca demasiado disgusto y repulsión. Hay rechazo por parte de la gente y es parte del sentido de esto. Es una idea que shockea fuerte; desafía, impacta y da risa, como un cosquilleo nervioso.
Es una parodia sobre el mundo de la publicidad y una gastada al sistema y sus consumidores. La gente quiere identificarse con las modelos que presentan productos; bueno, yo les digo: ‘ Acá tenés un pedazo de la mujer que hizo estos jabones, bañáte con la grasa de mi culo que yo misma puse en otro lugar para que te refriegues con mi cuerpo’. Me encanta jugar con lo erótico: proponer que la gente se duche conmigo de manera literal, para entrar en contacto directo.
El proceso del baño diario es excitante, porque hay que quedar desnudo para refregarse por todo el cuerpo el jabón que vendo.
Los compradores son coleccionistas de arte, aunque también lo podría adquirir alguna persona glamorosa. Cuesta mil dólares y tengo encargados alrededor de diez, para gente de acá y Europa, en Escandinavia, donde dirijo mi galería.
Disfruto mucho de lo erótico y lo demuestro en casi todos los trabajos: en otra obra multipliqué pezones, anos y ombligos para pegarlos en calcos de piel humana, con el objetivo de producir abrigos, carteras y zapatos. Ahí los valores son más altos: un saco con pelo humano natural cuesta cinco mil dólares y un corsé, dos mil. Son como un Versace barato.
Desde 1992 momifico vacas, lechones, pollos y conejos. Los mezclo con comidas. Para mí, abrir un animal, sacarle las tripas y despellejarlo es como cocinar: no hay diferencia entre preparar un pollo relleno y un feto de caballo. Son muñecos de aspecto muy agradable.
Para ser artista no tenés que estar loco, sino levantar algunas barreras para generar ciertas libertades y permisos. Nunca fui muy amiga del análisis terapéutico, aunque por épocas roto entre psicólogos y psiquiatras. Los voy cambiando porque me aburro.”
Crítica al consumismo?; mi intención no era referirme al nazismo?; corrimiento de límites?; o simple producción de artículos que se pondrán a la venta?.
Esta nota deja perplejo al más mentado y uno se pregunta qué pasó con la crítica al consumismo? Con la tan aseverada respuesta de que no era su intención referirse al nazismo, a la situación lírica del artista que pretende correr límites.
Nos encontramos ante una mujer cínica y superficial que pone su obra al servicio del consumismo y de su propio narcisismo que alimenta, no perdiendo oportunidad de salir fotografiada desnuda y bañándose con su propio jabón.

Conclusión
A medida que se fue ampliando el debate no sólo se fue derrumbando su discurso sino que se pudo comprobar como cada uno de los columnista amoldo la situación a su propio convenir.
Como se podrá ver la muestra “Animal Motion Planet” quedó totalmente opacada por la polémica que suscitó “Savon de Corps”; sería bueno preguntar cuál fue la estrategia de la artista y de la galería Benzacar al presentar en simultáneo las dos muestras, ya que la polémica iba a ser inevitable.
En el mes de agosto de 2005 la revista Yok de extracción judía, organizó un encuentro en el taller de la artista. Fuimos muchos los que asistimos a este encuentro y no faltó la pregunta obligada de cómo había surgido la idea de hacer jabón con su propia grasa, a lo que la artista respondió: “hacía tiempo que torturaba a mis amigos si me hacia una lipoaspiración o no. Y uno de ellos arto de escucharme me dijo: “dejate de jorobar y hacetela de una buena vez, y vos que sos tan creativa y te la pasas trabajando hace algo con la grasa”
…y se hizo la luz… y Nicola hizo jabones.
Después de todo lo discutido, de todo lo debatido lo único que queda es una artista cínica que sabía muy bien lo que iba a desatar, le siguió el juego a todo el mundo y así como, según mi amigo judío, hay un romano que a escondidas todavía se está riendo, hay una artista que también lo esta haciendo. Se rió de los que tomaron el guante de la discusión seria y comprometida, aunque muchos hayan llevado agua para su molino.
Corramos los límites del arte no el de la ética, porque de lo contrario corremos el riesgo de perder el horizonte. El discurso que pretende presentar objetivos nobles cuando en realidad está enmascarando lo fútil y liviano se pierde y no deja nada, porque más temprano que tarde cae la máscara que oculta su verdadera cara.
Para terminar me quedo con la respuesta que dio Arthur C. Danto a Clio E. Bugel cuando éste le pregunta:
“IPS: La función del crítico es hoy muy diferente de la de los años 60 y 70, pero ¿qué pasó con el poder de la crítica para ''crear'' o ''destruir'' carreras artísticas? ¿Cuál es la función de la nueva institución crítica?
DANTO: No estoy para nada interesado, como crítico, en crear o destruir carreras artísticas. Mi práctica crítica se basa en mi definición del arte. Trato de descubrir cuál es el tema de la obra, su significado, y luego veo cómo se incorpora ese tema en el trabajo.
El descubrimiento de si la obra incorpora o en cambio no es una materialización adecuada para ese sentido que pretende transmitir pero los espectadores no pueden captar, es la base de mi ejercicio crítico.
Tomo cada obra individual, en sus propios términos, e intento construir una teoría sobre la misma, que no tiene por qué aplicarse a otros trabajos diferentes. Eso es lo que hace la crítica pluralista.
Por otra parte, no creo que el arte sea inmune a la crítica moral, y he criticado algunos trabajos desde ese punto de vista cuando, por ejemplo, se trata de una obra que desprecia o degrada al espectador o al tema sobre el cual trata. Esas cosas suceden.”

En el artículo que salió en Inter Press Services, www.ips.org por Clio E. Bugel el 23/12/1999, llamado “La alegría de vivir después del fin del arte”
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