-El Arte del Pasado-

  • Michelangelo Merisi da Caravaggio 
  • Simbolismo - La Mujer Fatal
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29 de Enero de 2011
Michelangelo Merisi da Caravaggio
Biografía
Michelangelo Merisi nació a principios de 1571 en Caravaggio, el mismo año de la batalla naval de Lepanto entre la flota de Felipe II y la Santa Liga contra los turcos, que aseguró la primacía de la Cristiandad en el Mediterráneo. En este momento reinaba en Roma el papa Sixto V. La Contrarreforma estaba en pleno desarrollo. Mientras Milán, que se encontraba bajo dominio español, sufría las controversias artísticas que esto traía aparejado, en el resto de Italia reinaba la “maniera”, una forma académica que imita a los grandes maestros romanos o venecianos. Mientras tanto en el resto de la Lombardía se desarrolla un estilo mas libre y natural cercano a la realidad. A éste estilo se plegó Michelangelo.
Su padre Fermo Merisi era “magister”, pues tenía conocimientos de arquitectura y decoración. Este trabajaba para el duque de Milán y marqués de Caravaggio, Francisco I Sforza. En 1576 Milán es arrasada por la peste, lo que provoca el traslado de la corte a la localidad de Caravaggio perteneciente al condado de Bergamo, en Lombardía, no obstante esto, su padre muere.
Muerto Francisco I Sforza, lo sucederá en el marquesado, el príncipe Colonna, quién protegerá a Caravaggio, aún en sus peores momentos.
En 1584 Caravaggio regresa a Milán e ingresar como aprendiz en el taller del pintor Simón Peterzano que se decía discípulo de Tiziano y de quién Giovanni Lomazzo escribe en su Tratado de 1584, que era un artista que gozaba de buena demanda y que tenía un estilo “manierista” mezclado con el realismo lombardo; con él aprendió el manejo de la luz, el color y el sentido de la realidad. Por otro lado en Milán se está desarrollando la escuela de los hermanos Campi, quienes toman sus temas de la realidad cotidiana, con una nueva forma de tratar la luz. Posiblemente fuera Giovanni Savoldo quién reveló a Michelangelo la técnica del claroscuro, cuando le señaló: “no, la luz no cae obligatoriamente del cielo, como un don divino”. Para Caravaggio el verdadero modelo no era el Renacimiento o la estatuaria clásica, sino la misma Naturaleza. En el Tratado de Lomazzo se encontraban los preceptos que debían seguir los pintores de la época, dentro de los que se encontraban: el mantenimiento estricto del decoro y la conveniencia del “moto”. Cuando habla de decoro, quiere decir que a los personajes se los debía representar con dignidad, de tal forma que Cristo no debía ir vestido como mercader, sino como personaje divino, así como los santos con sus atributos sagrados, ya sabemos que Michelangelo violó este precepto hasta el hartazgo, lo que le valió gran cantidad de detractores. En cuento al “moto”, es la expresión de la interioridad del personaje, esto fue tomado por Caravaggio con tal maestría que no podía dejar de atraer al espectador.
En Milán comenzarán a desencadenarse las situaciones de violencia que lo seguirán por toda su vida. En 1592 lo acusan del delito de agresión, lo que lo lleva a la cárcel, para poder pagar y así eludir la prisión, vende la mayor parte de sus bienes, esto lo reparte con su hermano menor y parte a Roma. Esta es la capital cultural y artística de Italia. Sixto V había llamado a Roma a todos los artistas de la península: arquitectos, pintores, escultores, grabadores y orfebres; se acababa de terminar la Cúpula de San Pedro y a erigirse grandes basílicas como Santa María la Mayor. Si bien estos cambios los propició Sixto V, lo mas probable es que a la llegada de Caravaggio a Roma estuviese el papa Clemente VIII Aldobrandini. Instalado en Roma empieza a vagar por el bajo mundo donde se hace amigo de Antiveduto della Grammatica de Siena y de Lionello Spada con quién lo unirá una inseparable amistad. Con ellos alterna sesiones de trabajo y juergas. Finalmente alojamiento con el cardenal Pandolfo Pucci di Recanati a quién sus protegidos llamaban “monseñor ensalada” porque era lo único que les daba de comer. En esta época es cuando pinta “Muchacho Mordido por un Lagarto”, verdadera revolución en la pintura, ya que se trata de la captura de un instante. Del muchacho con el hombro desnudo y flor en la oreja, no tenemos duda de que proviene del ambiente de prostitución de Roma, esta costumbre de tomar gente de la calle para usarla como modelo le traerá no pocos problemas. Es en este período que pinta tres naturalezas muertas. Nuevamente abandona el lugar, sabemos que monseñor Pucci era de carácter difícil y avaro, talvez estossean los motivos, de cualquier modo Michelangelo vuelve a vagar por las calles sin dinero y termina contrayendo la fiebre romana. Un amigo lo deja abandonado en Santa María de la Consolación, hospital de pobres, donde la gente iba a morir mas que a curarse. Se salva gracias al prior del hospital, monseñor Contreras, familiar de monseñor Pucci, quien lo reconoce y lo pasa a un lugar mas decente
encomendándolo a las religiosas.
Durante su convalecencia en el hospital y en agradecimiento a su benefactor pinta varios cuadros, entre los que se encuentra “Baco Enfermo”, un autorretrato que presenta las huellas de su enfermedad.
A la salida del hospital y por recomendación del prior o de monseñor Pucci, empieza a trabajar en taller del Cavalier d'Arpino, pintor favorito de la sociedad que tenía acceso a la corte papal.
En su estudio aceptó hacer orlas de flores y hojas en los frescos encargados al caballero. En esta época perteneció al selecto grupo de la Accademia degli Insensati, (no sensitivos) sus miembros dan prioridad a los vienes divinos sobre los dones de los sentidos. En el estudio de d'Arpino, conoce a Valentin, llegado recientemente de Francia y el que va a ser su futuro marchante. Por esta época el Cavalier sufre ciertos inconvenientes y nuevamente Caravaggio se encuentra en la calle. Sordo a los consejos de Valentin comienza nuevamente el vagabundeo y a frecuenta malas
compañías con las que provocan a “la Corte”, como se denominaba a la policía papal; buscan mujeres fáciles y beben bastante.
Valentin lo conecta con quien sería trascendental en su carrera, el cardenal Francesco del Monte representante del duque de Toscana, quien estaba cerca del Pontífice, con éste título tiene el usufructo de la villa Médici, donde alberga a Caravaggio. El cardenal del Monte es un personaje de gran cultura, lee griego, hebreo y otras lenguas orientales, se dice que practica la alquimia y es seguidor de Galileo Galilei, quien será juzgado por la Inquisición por su teoría del Heliocentrismo.
En éste período alterna temas religiosos y profanos, hace “Magdalena Penitente”, cuya modelo es Giulia, una muchacha de la calle, quien no se sabe si fue su amante; posiblemente también en este momento haya pintado “Canasta de Frutas”, éste cuadro recién fue atribuido a Caravaggio en 1919 por Longhi.
También pinta para del Monte “Cabeza de Medusa” que el cardenal envía al duque de Toscana. Esta obra que hoy se encuentra en los Uffizi, jamás abandonó Florencia.
Las obras religiosas de ésta época son: “San Jun Bautista”, “La Conversión de la Magdalena” este último lienzo fue adquirido por la familia Gómez y estuvo en Argentina hasta 1965 . También pinta “Judith Cortando la Cabeza de Holofernes” cuya radiografía muestra que originariamente tenía los senos desnudos siendo luego cubiertos por la ropa, así es como su obra nos da cuenta de su rebeldía y actitud provocadora aún en épocas de bonomía; otra de las obra realizadas en éste período e igualmente rechazada por su falta de decoro es “Descanso en la Huida a Egipto”.
Antes de que termine el siglo Valentin le conseguirá uno de sus encargos mas prestigiosos, la Capilla Contarelli, reservada para los miembros de la influyente colonia francesa, ubicada en la iglesia mas frecuentada de Roma, San Luis de los Franceses. Desde hace cuatro siglos los dos lienzos que hizo para esta iglesia, siguen colgados en el mismo lugar en que fueron puestos en presencia del pintor. No debemos dejar de reconocer que si lo aceptan a Caravaggio para este delicado encargo, es gracias a las influencia del cardenal del Monte y del banquero Giustiniani. Esta capilla estaba dedicada al comerciante Mateo Contarelli, francés, por cuyo nombre se eligió el tema: “El Martirio de San Mateo” y “La Vocación de San Mateo”, aunque se sospecha que éste encargo pudo haber tenido su faz política, ya que en 1593 Enrique IV de Francia se había convertido al catolicismo, dejando de manifiesto su apoyo al Vaticano y su rivalidad con España que tenía importantes posesiones en Italia.
Caravaggio en este encargo quiso superar todo lo que había hecho hasta ese momento, y así es como se lanza al nuevo reto. Reunió en estas pinturas figuras extraordinariamente veristas y monumentales que llenaban el lienzo, donde la historia quedaba reducida a un instante en el que se concentraba toda la acción; barriendo con un haz de luz fuerte y concentrado a los personajes, hacia que estos se despeguen del fondo oscuro.
Si bien no pocas controversias trajeron estas obras, los albaceas del cardenal, que ya había muerto, quedaron satisfechos y le encargaron para el altar de la capilla un “San Mateo y el Ángel”, el primero que hizo, fue rechazado por ser un san Mateo humilde y simplón y el ángel que guía su mano tener una actitud equívoca; recién el segundo fue aceptado por ajustarse mejor al decoro exigido por la época.
Su siguiente encargo público es para Santa María del Popolo, que se vio retrasado por sus famosas faltas al decoro. En esa época pinta la “Muerte de la Virgen”, usa como modelo para la virgen, una prostituta que se había ahogado en el Tiber y para los apóstoles, a mendigos y pordioseros que sacaba del bajo mundo donde él se movía con total soltura; para empeorar la situación todos estaban vestidos en forma contemporánea, en vez de las túnicas clásicas que el decoro imponía. No obstante todo esto, Valentin consigue el contrato por cuatrocientos escudos.
Monseñor Cesari le indicó los temas: “Crucifixión de San Pedro” y “Conversión de San Pablo”. Por supuesto estas obras fueron realizadas con todas las controversias de las que Caravaggio ya estaba acostumbrado, no obstante esto, las críticas recibidas le provocaron gran enojo, el que desfogaba vagando por la ciudad y peleando con quien se le cruzara.
En los años 1602 y 1606 tiene una intensa producción entre las que se encuentra, “Amor Profano”, otra obra que causa escándalo, a su vez se ve envuelto en dudosas aventuras, en diversos delitos y choques con la justicia. Termina encarcelado por divulgar una serie de sonetos difamatorios hacia su enemigo, el pintor y futuro biógrafo de su obra, Baglione, que acababa de pintar una Resurrección para la iglesia del Gesù en Roma. Tuvieron que intervenir dos o tres cardenales y el marqués Giustiniani, para poder sacarlo de prisión, y esto fue, bajo promesa de presentar excusas a Baglione. Luego de este episodio sigue pintando, siempre son obras controvertidas.
Corre el año 1604 cuando el notario Pascualone lo denuncia por agresión, esto hace enojar de sobremanera al juez de instrucción que harto de sus andanzas pide su captura, es cuando Caravaggio considera oportuno irse de Roma.
Llega a Génova donde le da refugio Marzo Colonna, y si bien en esta ciudad actualmente se puede apreciar un magnífico “Ecce Homo”, no hay prueba de que lo haya pintado en su estadía en la ciudad. Misteriosamente el notario Pascualone retira la demanda así que Caravaggio puede regresar a Roma para terminar la “Virgen del Loreto”.
Nuevamente instalado en Roma se suceden las obras como los desmanes, no obstante esto recibe el encargo soñado por los artistas romanos, pintar una Virgen para el altar de la capilla de la Confraternidad de los Palafreneros en San Pedro. Es la oportunidad de su vida y nuevamente haciendo oídos sordos a los concejos, vuelve a utilizar a Lena una prostituta de plaza Navona, la que había posado ya para la “Virgen del Loreto”, para pintar la “Virgen de los Palafreneros”. El desastre fue completo, en ese momento se dijo que nunca había llegado tan lejos en su realismo y su vulgaridad. Con lo sucedido las puertas de San Pedro, o sea, las de la consagración, se cerraron en sus propias narices.
Continua con sus andadas, le hacen denuncias por agresión, se ve envuelto en un asesinato, cuya participación no llega a aclarar fugándose de la Corte. En este devenir alocado, sucede lo irreparable, en un partido de “pallacorda” acusa a su adversario de hacer trampa, pelean, Caravaggio nunca sale sin su puñal, y Ranuccio Tommasoni de Terni cae herido de muerte. Logra huir, pero en los Avvisi de Roma del 31 de mayo de 1606, anuncian que Michelangelo Merisi, pintor de Caravaggio, ha sido condenado a muerte y “proscrito”, esto significa que cualquier miembro de la Corte no importando dónde se encuentre puede ejecutarlo sin proceso alguno.
Herido, enfermo y débil escapa al Lazio territorio de los Colonna. De escondite en escondite, seguirá pintando, a un ritmo sobrehumano empujado por el odio, la enfermedad y la muerte. Sus amigos empiezan a gestionar el indulto pero este se hace esperar y decide ir a una de las ciudades mas pobladas de Europa, Nápoles. Aquí recibe un primer encargo para la iglesia de los dominicos y hace “La Madona del Rosario”, la que será rechazada.
Afortunadamente recibe otro encargo por parte de los gobernadores de Pio Monte della Misericordia para el altar de la iglesia de la Hermandad. El tema es: “Las Siete Obras de Misericordia”, es la primera vez que un pintor realiza las siete obras descritas por San Mateo, no separadas, sino juntas. Ricos y pobres nobles y miserables, aparecen representados en una escena nocturna.
En su estancia de ocho meses en Nápoles pinta dos veces “La Flagelación de Cristo”, la primera quedará en la cuidad y la segunda, mas pequeña, en el museo de Bellas Artes de Rouen. Sobre todo en la primera, como dijo él mismo, refleja las torturas vividas en Roma. Longhi considera esta obra como una de las mas desgarradoras de Caravaggio: ”Una brutalidad y una piedad infinitas nos conmueven, en una oposición terrible, como hará Rembrandt una treintena de años más tarde”.
A pesar de que se había convertido en el artista más conocido y mas prolífero de Nápoles, decide partir a Malta. Su propósito es obtener la Cruz de Caballero de gracia de la Orden de Malta, ya que la Cruz de Caballero de justicia no era posible por su condición de plebeyo. Piensa que con esto va a obtener mas rápidamente el tan esperado perdón de Roma. En julio de 1607 desembarca en La Valetta, capital de los nobles caballeros de San Juan de Jerusalén, defensores de la fe cristiana frente al Oriente de Mahoma.
Sólo pasa en Malta cinco meses, en los que tendrá una increíble producción de obras religiosas y profanas. Su primer encargo gestionado por Malaspina es para la capilla de los italianos en la catedral de Malta, San Juan de los Caballeros, para esta oportunidad hará “San Jerónimo Escribiendo”.
Este cuadro complace al Gran Maestre vitalicio de la Orden de Malta, el francés Alof de Wignacourt, quien le pide una obra de gran tamaño para el altar de la catedral de La Valetta, se trata de “Decapitación del Bautista” que mide: 5,20 m por 3,61 m, esta es la única obra que firma Caravaggio; en su firma agrega la letra F de Fray, ya que había conseguido entrar en la Orden cuando termina de pintarla. La obra es tan espléndida y goza de tanta notoriedad desde que se cuelga que pintores del norte de Europa viajarán a Malta para contemplarla .
El Gran Maestre complacido por esta gran obra le encarga un retrato “Retrato del Gran Maestre Alof de Wignacourt”. Nuevamente se desata el escándalo, Caravaggio no conforme con vestir al Gran Maestre con una armadura arcaica, le pone al lado un paje demasiado bello y de mirada equívoca que se convierte en una verdadera provocación hacia los caballeros célibes. Lo que termina de empeorar la situación es un “Amorcillo Durmiente” que hace por esta misma época, y que consiste en un niño desnudo durmiendo. Esto hace que lo arresten y lo lleven a la prisión de Sant'Angelo. Como no se ha encontrado el acta de acusación se manejan varias hipótesis: una es que intentó seducir al hijo del corregidor de la Orden, otra mas posible es que los hermanos de la Orden hayan descubierto la condena que pesaba sobre él, cosa que se había encargó de mantener ocultar, y por último que haya sido víctima de un complot organizado por hermanos indignados, al ver el indecoros y provocador “Amorcillo Durmiente”.
Lo expulsan de la Orden y en el acta lo designan como un miembro “putridum et foetidum”, gravemente culpable y justiciable. Este era un delito terriblemente grave para la Orden que tenía fama de ser terriblemente severa.
Nuevamente tiene que huir y lo hace a Sicilia, desembarcando en la ciudad costera de Siracusa. Aquí recibe el encargo de “La Sepultura de Santa Lucía”, para la iglesia construida a orillas del mar en el lugar donde la santa recibió el martirio. No es bien recibida la obra, la muralla ocupa la mayor parte del cuadro, los
sepultureros se encuentras en primer plano, colocando en último plano a las personas que lloran.
Esta nueva incomprensión decide a Caravaggio partir hacia Mesina. Recién llegado le dan el encargo de hacer una “Resurrección de Lázaro”, para la iglesia de los Padres Crucíferos. Lázaro es un verdadero cadáver desnudo cuyo fétido olor queda sugerido por uno de los presentes que se tapa la nariz, aunque, la verdadera audacia esta dada en el sepulcro, ya que Lázaro no sale de una tumba de su época sino de una tumba moderna, lo sabemos porque ésta está embaldosada.
Caravaggio estuvo en Sicilia sólo un año, a finales de 1609 se embarca en Palermo con destino a Nápoles, su objetivo es regresar a Roma. Ni bien llega a Nápoles es atacado y dejado mal herido. Hay pruebas del intento de asesinato pero no se conoce a los instigadores, se habla de venganza o de una emboscada realizada por enviados de la Orden de Malta. El hecho es que sobrevivió y quedará con una enorme cicatriz que le cruzará la cara. Se piensa que el “David con la Cabeza de Goliat” sea de éste período, presenta un David desesperado y un Goliat con la cicatriz en la frente y mirada perdida, seguramente Goliat sea su último autorretrato donde refleja su estado de decadencia y desesperación. Otra de sus últimas obras es “El Martirio de Santa Ursula” realizada para el príncipe genovés Marcantonio Doria, hijo del dux Agostino, una de las obras con mayor dramatismo donde la idea de la muerte aparece en toda su dimensión. Se piensa que acepto este encargo para tener dinero de reserva para su regreso a Roma.
Se embarca en una falúa con rumbo a Porto Ercole, su costa está infectada de malaria pero Roma está sólo a una hora a caballo, este le parece un buen lugar para esperar el inminente indulto. Ni bien desembarca es tomado prisionero, le sacan sus pertenencias y lo encarcelan. No se sabe cómo pero logra escapar, con sus heridas infectadas y enfermo llega a la playa a buscar la falúa que lo había llevado. No se sabe si lo atacaron o simplemente su cuerpo no resistió más. En el mes de julio de 1610 lo encontraron muerto en la playa. El indulto tan esperado finalmente llegó. El firmado por del papa Pablo V y el de la mano de Dios para
terminar con su miseria.

Análisis de la Epoca
El Clasicismo con respecto al Manierismo no se sintió diferente de como se sentía el Renacimiento con respecto a la Edad Media.
Los maestros del Renacimiento habían visto como el arte perfecto de la Antigüedad había sido suplantado por formas decadentes y bizantinas o góticas, distanciándose de la naturaleza y la belleza. Ellos retoman la relación con la Antigüedad a través de un nuevo acercamiento a lo real que no se saliese de lo bello.
Se les reprocha a ambos períodos de decadencia, Renacimiento y Manierismo, el imitar a los maestros en detrimento del estudio de la naturaleza, evitando el contacto con el objeto real, basándose en la mera praxis en vez de hacer un estudio serio y en segundo lugar basándose en la fantasía en vez de contemplar lo concreto.
El Clasicisimo no solamente se guarda del “dipingere di maniera” sino que protesta enérgicamente contra el naturalismo de Caravaggio. Este pintor, que juzga a sus compañeros por la capacidad que tienen de reproducir lo natural, piensa que es tan difícil y meritorio la buena ejecución de una composición floral como la de una pintura histórica. Las críticas que le dirigían eran el ser pobre de espíritu inventivo ya que estaba sujeto al modelo natural conformándose con reproducir sin ningún tipo de selección cualquier objeto, incluso los defectuosos.
El Barroco entonces tenía dos frentes de ataque, ya que se debía enfrentar no sólo con el arte del pasado, sino con el de su propia época; esto significa que: ni los manieristas, ni los naturalistas (caravaggistas) estaban en lo justo. La salvación del arte había que buscarla en el punto medio y este estaba en la Antigüedad, si bien ésta no era “naturalista” tomaba sus modelos de la “realidad ennoblecida y purificada” la cual era verdaderamente natural como lo expresa Bellori en su discurso de 1664: “los pintores y escultores deben dirigirse a la Antigüedad como guía de la naturaleza” (para él sólo es válida la copia del natural bello).
Bellori que es investigador de arte y el arqueólogo mas importante de su época, de gran reputación tanto en Italia como en Francia; en su tesis, la cual está apoyada en el concepto de Idea de auténtico carácter neoplatónico, nos dice que el artista a imitación del Sumo Artista, debe llevar dentro de sí una imagen pura de la Belleza, a cuya semejanza incluso puede ser corregida la misma naturaleza.
Su postulado neoplatónico sufre una ruptura cuando manifiesta que la Idea que se encuentra en el espíritu del artista, no tiene ningún origen ni valor metafísico, sino que surge de la contemplación del mundo sensible, sólo que el artista la manifiesta en forma sublimada y purificada. Vemos como Bellori luego de vapulear a Platón, acepta que la Idea no se encuentra a priori en el hombre, sino que la adquiere a posterior mediante la contemplación de la naturaleza. Goethe dijo: “La Idea es el resultado de la experiencia”.
Ingresamos de esta manera al otro frente de ataque, ya vimos como se condena a los naturalistas que no se forman ninguna Idea y que confiando en el modelo copian servilmente los defectos de la naturaleza; pero también hay que condenar a los que desprecian el estudio de la belleza transformando el arte en un simple ejercicio, trabajando de “maniera” o siguiendo una idea fantástica. Se combate a los Manieristas como a los Naturalistas. El objetivo de Bellori es demostrar que un hombre pintado o esculpido puede y debe ser más perfecto que el natural.
“El Casicismo, elaboró la doctrina de las Ideas en el sentido de una estética normativa: mas que con una filosofía normativa sobre el arte, corre pareja con una teoría constructiva del arte”. No había una normativa filosófica que contemplase las dos posiciones, de tal modo que la alternativa estaba en ser platónico o en ser empírico.
Para Francastel, en el siglo XVII hay una oposición entre Caravaggio y la escuela de Bologna: lo que va, de una fe desgarradora y sincera, al sentimiento mecánico de los Carracci y sus discípulos. “El estilo de Caravaggio se deduce del carácter humano y popular del Evangelio, puesto que el pintor es fiel a la verdadera tradición que se esforzó, frente al intelectualismo de Bizancio, en insertar la vida cristiana en la intimidad de la vida de todos los días. Caravaggio esta así cerca de un Ignacio de Loyola, cuando en sus Ejercicios Espirituales impulsa al cristiano a representarse, por un esfuerzo de la imaginación, las escenas de la vida de Cristo”. Hoy se nos parece Caravaggio, como el último gran pintor auténticamente religioso del arte Italiano. Nos sigue diciendo: “El profundo tormento del Renacimiento, había sido la conciliación del humanismo y la religión. Cuando el gran conflicto se resuelve en el momento del Concilio, por una componenda ente la religión reducida al dogma y el humanismo reducido al método, no habrá ya mas sitio para un arte religioso popular y verdadero”.


Análisis sobre la obra de Caravaggio
Caravaggio alcanza la unidad en su arte, cuando crea los efectos de luz y sombra al que subordina la imagen. No es luz de día ni de noche, por lo que él, no es del todo realista, esta luz tiene una cualidad espiritual que viene del exterior del cuadro, ya que no proviene de ninguna fuente natural. Destaca un cuerpo y oculta otro, creando la atmósfera. La luz determina la potencia de la imagen, imponiéndola al espectador más que con una fuente luminosa real.
Pero es considerado un realista porque se negó a idealizar el objeto presentándolo con toda su crudeza. Aunque no hizo escuela, los pintores jóvenes que llegaban a Roma se pusieron a seguirlo, ya que prefirieron los modelos naturales, a las formas idealizadas de los antiguos y de Rafael, por esta razón fueron acusados de “tenebrosi” y de vulgares.
Llegará a inventar espacios neutros e indeterminados, así como espacios abiertos de fondo muy oscuro que en su decisión de acentuar la luz, creará la formula tan imitada que ha pasado a la historia con el nombre de “tenebrismo”.
Con el color expresa su temperamento, usualmente lo usa saturado aunque en una gama acotada. En su última época en La Valetta y en Sicilia, se nota una disposición teatral pero perfectamente válida para sus grandes cuadros. Son escenas de hondo dramatismo que apuntan a impresionar al espectador; grandes espacios vacíos en penumbras cálidas donde en un ángulo o en la parte inferior del cuadro se desarrolla la escena en todo su patetismo. En estas bastas composiciones rebaja el color y lo hace más difuso consiguiendo que la escena se vea en una vaga claridad.
Queda claro que Caravaggio en polémica contra el manierismo y el oficialismo religioso romano, revela lo divino en las personas y cosas mas humildes. Su ética religiosas sale de la instaurada por Carlos Borromeo en su diócesis Lombarda, la cual no consiste en la mera copia de la naturaleza, sino en la aceptación de la dura realidad de los hechos, es el desdén por las convenciones, esto implica excluir la búsqueda de lo bello y volverse hacia lo verdadero. Contrapone el valor moral de esta praxis al valor intelectual de las teorías.
Su pintura en el siglo XVII fue considerada la antítesis de la de Annibale Carracci: Annibale tendía al ideal, mientras que Caravaggio a lo real, esto como esquematización simplista. La crítica señalaba los siguientes puntos: 1) eran los dos, grandes protagonistas del siglo; 2) ambos se oponían a la cultura manierista romana; 3) tenían dialécticas divergentes pero casi complementaria.
Siendo los dos polos del mismo problema, ambos combaten las reglas del manierismo romano; Annibale en aras de una mayor libertad y Caravaggio en aras de un más áspero rigor moral; Annibale acepta el mundo clásico como mundo poético, Caravaggio lo rechaza por alejarnos de la única realidad que es el presente.
Paradójicamente ambos piensan que los manieristas no comprenden ni a Miguel Angel ni a Rafael, pero lo hacen por caminos opuesto, Annibale piensa que no comprenden su clasicismo y su inventiva, mientras que Caravaggio apunta a su empeño moral y al drama.
A los críticos clasicistas romanos, gustan la primera pintura de Caravaggio por sus colore dulces y sencillo, su colorismo veneto hace de su obra una pintura intima sensible y lírica.
Caravaggio define la Idea como poesía, pero en el sentido que le había dado Tiziano, o sea, la poesía no como cosa fantástica, sino como expresión de la vida interior de la mas profunda realidad humana.
Él pasa violentamente de los paisajes realizados a través de delicadas veladuras de color a que éste desaparezca para ser reemplazado por sombras negras que se contraponen sin transición a luces violentas.
En sus obras no es narrativo, los hechos del pasado no se nos presenta como algo ocurrido y terminado sino captados en el mismo momento en el que ocurren, obligándonos a vivir estos acontecimientos como un fragmento real de nuestras vidas. La idea de la muerte lo domina como a Miguel Angel, pero mientras que para este era liberación y sublimación, para Caravaggio era sólo el final.
Su compromiso religioso está en consonancia con las corrientes mas frescas de la época, que bregaban: por la unidad espiritual, más allá de divisiones de jerarquías y de clases; el despertar de la fe; y la praxis comprometida de la caridad. Esta corriente que deriva del apostolado de San Felipe Neri, es a la que se une Caravaggio, esto se aprecia en su pintura a partir de 1607.
Para él el valor del arte no esta, ni en el valore del contenido, ni en el de las formas, sino en el fervor, en el modo de plasmar la realidad y el compromiso moral del artista. Por primera vez el artista expresa el tormento y la angustia de su propia interioridad, buscando la respuesta a las preguntas de ¿quién soy?, ¿para qué estoy? y ¿qué viene luego de la muerte?.
Su obra tendrá repercusiones en toda Europa, desde Holanda con Rembrandt, hasta España con Velázquez. El desarrollo de la cultura figurativa barroca comienza luego de su muerte, y uno de sus máximos exponentes Rubens, vivió en Roma y admiró su obra.
Se podría decir que el arte Barroco reacciona a Caravaggio, pero lo asume como uno de los polos en la dialéctica entre realidad e ideal y entre verdad e imaginación.
Análisis de la “Decapitación de San Juan Bautista” La Valetta, Malta 1608. Técnica: Óleo sobre tela. Medida: 5,20 m x 3,61 m. Ubicación: Oratorio de la iglesia conventual de los Caballeros de San Juan en La Valetta, hoy catedral en Malta para la Compañía de la Misericordia.
Según Sandrart el único motivo que tenía Caravaggio para ir a Malta, fue el deseo de ser Caballero de San Juan para igualar a su rival y antiguo maestro Giuseppe d'Arpino , que hacia siete años había sido nombrado caballero de Cristo por Clemente VIII. Aunque la explicación mas razonable sea la demanda de artistas que había en Malta para decorar la nueva iglesia conventual de La Valetta .
Es posible que el gran Maestre lo haya mandado llamar. Y que luego de haber quedado este conforme con la obra de Caravaggio le haya concedido la Cruz de Malta, pues el 14 de julio de 1608 ingresó a la Orden y además fue obsequiado con una cadena de oro y dos esclavos turcos .

El lienzo de mayor importancia y tamaño que realizó Caravaggio fue la “Decapitación de San Juan Bautista” para el altar de la catedral.
carava35Como es de esperar en Caravaggio, la escena se desarrolla con personajes contemporáneos a él. Somete su pintura al imperio de la verdad antes que al de la belleza como hacían los manieristas y lo postrafaelistas.
Caravaggio componía sus cuadros con grupos de personas reales, y hacía uso de incisiones con un estilete en la superficie del cuadro con las que señalaba los contornos de las figuras y sus rasgos mas sobresalientes evitando prácticamente el uso del dibujo.
Los personajes principales componen un semicírculo descentrándolos hacia la izquierda del escenario y con una iluminación oblicua contrastando con la rectangularidad del muro de la cárcel, consigue una grandiosidad monumental y un dramatismo contenido.
La luz es el símbolo mas expresivo, es luz de gracia y salvación que vence sobre la oscuridad del pecado.
Es una luz plástica que redondea la figura quemando la huella del dibujo, pero exaltando el espesor del volumen y confiriendo al color una cristalina y fluida intensidad.
Esta obra ya desde la firma provoca estremecimiento, esta está realizada con la propia sangre del santo, que sale del cuello degollado, en ella antepone la F(ra) a Michelangelo . Un toque dramático que nos lleva a recordar, que en esos momentos sobre Caravaggio pesaba la pena capital de la que se sentía perseguido.
La luz que sobresalta en violento contraste, evoca el último pálpito de vida del Santo, que se encuentra boca abajo con las manos atadas en la espalda. La acción esta en su culminación. El verdugo, quien ya ha dado su primer golpe de espada, se apresta a sacar el corto cuchillo de su vaina llamado “misericordia”, para dar el golpe de gracia, terminando lo que ya había empezado, la luz de su brazo baja en perpendicular hasta la cabeza muerta del Bautista. El manto rojo casi ajeno al resto de la obra por la brillantez de su color, tapa la humilde piel de cordero de San Juan, la sangre casi coagulada corre paralela al manto. San Juan muere por no saber callar ante el escándalo de Herodes, por reprenderlo transformándose en un rebelde, y como simbolismo, en esa sangre el rebelde pintor de la sinceridad plasma su firma.
La joven mujer (Salomé) pone impaciente el recipiente donde será puesta la cabeza del santo, así lo ordena el gesto del carcelero, mientras, la anciana hace un gesto de horror y piedad, la que nos recuerda la anciana que observa a Jesús en la “Cena de Emaús”
La cuerda que cuelga del anillo amurado, deja intuir los momentos previos cuando el santo estaba atado a ella.
La ejecución está ambientada en el patio de la prisión y dos reclusos espían la escena por las rejas de su celda, siendo la luz que los ilumina el equilibrio que soporta la gran masa oscura.
La relación entre espacio y figura esta modificado con respecto a obras anteriores, en este caso se amplía el vacío, sumergido en una penumbra dramática y una modulación que suspende y retoma los lenguajes tonales de Tiziano, el que transformaba la emoción en conmoción . Los cuerpos han perdido del todo su plasticidad y vibran a través de los filamentos de luz que no están ordenados en grandes regiones, pero rompen en encendidos contornos que son como estremecimientos, devolviendo la forma a los cuerpos.
Se puede afirmar que la obra esta trabajada en un par de complementarios, rojo y verde. Los tenemos: al rojo en su máxima saturación en el manto que cubre al Bautista y tonalizando toda la atmósfera y el verde en el saco que cubre al carcelero, que si bien no se encuentra saturado, es perfectamente definible, con este verde está tonalizando tenuemente el cabello y lar ropas blancas de la joven y la anciana.
El cuchillo llamado “misericordia” que se encuentra apenas desplazado del centro de la pintura, evoca la Compañía de la Misericordia que fue la que ordenó el cuadro, y es paradójicamente la que da asistencia a los condenados a muerte. No es por casualidad que Caravaggio trabaje en Malta para la Compañía, así como en Nápoles había trabajado para Pio Monte della Misericordia. Son estas ordenes mendicantes san agustinianas para las que trabaja mas asiduamente.
Lo envolvió la locura, la desesperación y la violencia. El conflicto lo seguía a donde el quisiera ir. Sus detractores tuvieron menor fuerza que quienes lo amaron. Nada fue suficiente par él, no importaba cuánto lo quisieran ayudar. Era un alma torturada que posiblemente sólo se encontrara en paz cuando pintaba. Fiel a su ideal y no importándole cuántas veces rechazaran su obra, siguió adelante sacudiendo desde las bases los tratados mas elaborados sobre la pintura del momento, su objetivo era el decir algo que conmoviera y que llegara a la profundidad del ser. Tan fuerte fue su estilo que en sus pocos años de vida logró hacerse famoso en toda Europa e influenciar a otros genios de la pintura.
Olvidado en la historia hasta finales del siglo XIX principios del XX, hoy día se siguen descubriendo obras que le pertenecen y discutiendo atribuciones.
Todavía en pleno siglo XXI se da el lujo de hacer hablar y discutir sobre él, así como de amarlo y admirarlo con devoción.

Bibliografía
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VENTURI, Lionello. “El Arte y el Hombre”. Coord. René Huyghe. Editorial Planeta. España. Novema edición 1977.
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11 Diciembre de 2008
Gustave Moreau
Salomé danza Delante de Herodes
 ( Salomé o tatuada ) Detalle 1876

Simbolismo - La Mujer Fatal
Charla realizada en la Casa de la Cultura de Gualeguaychú - Entre Ríos


Luego de la crisis económica que afectó Europa a mitad de siglo y los cambios políticos, en Francia no sólo finaliza una etapa política, sino también, una forma de ser. Si bien esta se encuentra con mayor atraso con respecto a Inglaterra, los progresos materiales provocados por el desarrollo de la industria, empezarán a cambiar el modo de vida francés. Los avances de la ciencia y la industria, repercuten socialmente por los traslados en masa de la gente de campo hacia las ciudades en busca de trabajo en las industrias, esto hizo crecer al proletariado dejando inactivo al artesano por obsoleto, como consecuencia trajo aparejado un gran problema socioeconómico.
Es un mundo reconquistado por la burguesía, prima sus intereses prácticos, su moral mezquina y su culto al dinero. Esta sociedad brutal y perversa había sustituido la espiritualidad por la sensualidad, situación que les traerá gran angustia existencial provocada por este mercantilismo sin límites ya planteado en Inglaterra con la revolución industrial entre los años 1780 / 90.
Es una sociedad hipócrita que se divide entre los que presumen en ser gente de bien y los que fingen no conocer el mal, como ser: el adulterio, la prostitución, el alcoholismo y las enfermedades de transmisión sexual; apareciendo estos temas tanto en el arte como en la literatura de esta segunda mitad del siglo XIX.
En éste contexto se desarrolla el espíritu Simbolista que tiene sus orígenes en el Romanticismo, desarrollándose como una tendencia, primero anterior, y luego paralela al Impresionismo; funcionando como antítesis del mismo.
El Simbolismo trata de provocar reflexiones sobre este mundo, en forma idealista y espiritual, comunicando el misterio de las cosas, es decir, la realidad secreta, mágica y religiosa de estas cosas.
Este encuentra apoyo en la literatura de sus contemporáneos y sobre todo en Mallarmé.
De todas formas estos enunciados no planteaban divisiones absolutas ya que ambas tendencias convivían en un mismo autor. El mismo Mallarmé se definía como poeta impresionista y simbolista. Lo mismo ocurría con artistas como Gauguen, que trabajaba sobre la síntesis de ambas tendencias.
Épocas de manifiestos: el 18 de septiembre de 1886 aparecerá el manifiesto del Simbolismo literario publicado en “Le Figaro” por el poeta Jean Moréas, y el 9 de febrero de 1891 George Albert Aurier publicará en el “Mercure de France” las reglas del Simbolismo en pintura donde decía básicamente que: El artista provisto de talento junto con la emotividad debe hace estremecer el alma.
El artista Carrière dice que: “El ojo, depende del espíritu”; de sus observaciones sobre la creación y la naturaleza arma una especie de transformismo de lo vegetal en lo humano, por la forma de enlazar las figuras. Rodin adhería a esta atmósfera de Simbolismo y con Carrière, existe una afinidad entre las parejas enlazadas del escultor y las maternidades del pintor. Estos dos artistas fundan juntos la Sociedad Nacional de Bellas Artes en 1890 en el café Voltaire, que será la Nueva Atenas de los simbolistas.
La pintura, al perder su tradicional función social, pasa a ser un objeto de investigación donde se descubren, a través de la sensación visual los procesos de la mente en sus tres estadios, el subconsciente, el consciente y el supraconsciente.
El Simbolismo es uno de los componentes esenciales de la corriente “modernista” e influye no sólo en la pintura sino también en la arquitectura, que podemos ver en la obra de Gaudí, en la decoración, bajo el Art Nouveau y en el vestir.
Dentro de lo que fue el Simbolismo en ciertos artistas como Gustave Moreau, la mujer tuvo un papel protagónico, y este artista en su obra graficará la mentalidad de la época con respecto a ella. Esta mentalidad está marcada por la imagen bipolarizada que se tenía de la naturaleza femenina.
La hija de Eva, marcada por su alianza con el demonio, está en un permanente riesgo de caer en pecado. Se piensa que conoce los mecanismos íntimos de la vida y la muerte.
Al mismo tiempo que se identifica con la naturaleza, vive bajo el peligro de caer víctima de las fuerzas más oscuras, llevándola a los excesos de la ninfómana o de la histérica.
La iglesia toma la imagen de Eva como la hija espiritual de María, y con esto polarizará positivamente la imagen femenina.
Tenemos aquí al ángel bueno que protege al hombre, la imagen viva de la piedad, nacida para la caridad; que tiene la misión de ser la mensajera y mediadora ideal entre el hombre y el mundo invisible. Esta virgen etérea y diáfana niega hasta tal punto la sexualidad de su compañero, que se vuelve inquietante, insidiosa y castradora.
Aquí es donde se cierra el círculo, el hombre, es la víctima de quién ha elevado a la escala de ángel, para que pudiera exorcizar mejor su animalidad, y como los extremos se tocan, se vuelve a encontrar con la imagen de la perversión.
Por otro lado tenemos el miedo del burgués con respecto al campesino, que está llegando en masa a las ciudades en busca de trabajo. El burgués piensa que por su condición de inculto, es un salvaje que lo va a contaminar con sus bajos instintos, como si ya el burgués en sí mismo no los tuviera. Todo esto se trata de un estereotipo elaborado por una burguesía ansiosa que, ante el desarrollo de una clase peligrosa, de bajos recursos, hacinada en una ciudad brutal, se da al vicio como escape de esta situación; poniendo en relevancia los problemas socioeconómicos que trajo aparejado el progreso de la industria.
En literatura es Baudelaire quien será representante del Simbolismo en su obra “Las Flores del Mal”, en ésta obra se verá reflejada la visón dualista de a la mujer. Pero Baudelaire tiene reservado un lugar especial y ambiguo a la Madonna, esta es por un lado, la madre por excelencia, fuente de todo amor; pero al mismo tiempo, el amor hacia la madre, se convierte en un sentimiento edípico inconfesable; o sea que, por un lado tenemos los atributos de la Madonna, y por el otro, el valor que estos atributos adquieren para el artista, ya que en el texto francés Marie rima con barbarie y este juego siniestro de palabras son las que construyen la ficción.
Casi todos los artistas simbolistas fueron grandes lectores. Su culto estuvo alimentado no sólo por Baudalaire sino también por Flaubert en Salambô, por la Salomé de Oscar Wilde y por Edgar Allan Poe, entre otros.
Este arte tiene también afinidad con los Prerrafaelistas ingleses, que también reaccionaron contra el materialismo y el maquinismo imperante.
Su propósito consistió en rescatar la sensibilidad y la simplicidad de procedimientos tal como lo hacían los pintores italianos anteriores a Rafael.
Sentían una gran aversión por el arte oficial y giraron hacia el lirismo literario. Su fundador fue Dante Gabriel Rossetti, al que lo obsesionaba la belleza femenina como en su obra “Beata Beatrice”.
Para explicar el Simbolismo desde un punto de vista sociológico, diremos que constituye una de las reservas intelectuales en donde la burguesía capitalista basa sus pretensiones de tener en sus manos la dirección de la cultura. Esto hace que estas manifestaciones artísticas de alto nivel intelectual, se mezclen con fenómenos de moda como el Art Nouveau y con un mediocre mal gusto burgués como fue el Kitsch.
Desde Francia el Simbolismo se extendió a Suiza conformando la obra de Hodler
Y donde se desarrollo ampliamente fue también en Bélgica donde uno de sus máximos representantes fue Féliciene Rops. Personaje sínico cómico a la vez.
Para dar una idea formal del Simbolismo, diremos que: la pintura se independiza del modelo natural.
A diferencia de otros movimientos artísticos, no buscaba una unidad estilística, sino una actitud mental y espiritual que permitiera muchas variantes, así fue como jugó en esta escuela tanto el arte egipcio, como el de la antigua Grecia y el del 1º Renacimiento, de una forma arbitraria y adaptada a las propias necesidades del artista.


Odilon Redon Burdeos 1840 - París 1916
Fue un artista que recién en 1886 fue descubierto por los literatos simbolistas del grupo de Mallarmé. Admiraba el diseño antiguo, especialmente el de Leonardo.
En su juventud frecuentaba al botánico y filósofo Armand Clavand, pensaba que si bien los filósofos tienen una parte de la verdad, no la tienen toda. Critica duramente a los impresionistas porque dice que sólo se remiten a cultivar el arte en el campo visual, decretando la ley fundamental del Simbolismo en la siguiente formulación: “Nada se hace en arte sólo por la voluntad. Todo se hace por la sumisión dócil a la llamada de lo inconsciente”. No olvidemos que Freud nace en 1856 y muere en 1939, así que para finales de siglo ya estaba experimentando para formular su teoría sobre el inconsciente.
Del análisis pasa a la síntesis, del grafismo minucioso a las grandes manchas de color donde las flores podían ser mariposas y las figuras estañas flores.
El origen de su obra está en el año 1875 cuando se encierra en las tinieblas del carboncillo y la litografía causando estupor con su álbum “El Sueño” de 1879 cuyas estampas muestran un astro extraño que adquiere la forma de un ojo desorbitado; serie de 6 litografías dedicadas a Edgard Allan Poe como tributo a la pasión de este por lo extraordinario y lo sobrenatural y la serie “Los orígenes” de 1883.
Es a finales de los años ’90 y durante sus últimos 15 años de vida donde su obra cobra color chillón y musical utilizando pastel y óleo. Es en estos años donde se trasparenta la esperanza en varios cuadros donde figura el “Carro de Apolo” que transporta el sol a través del cielo.
Pintó mágicos ramilletes de adormideras y margaritas, perfiles recortados en un aura luminosa, conchas que parecen aprisionar todavía a Venus.
Otra de sus obsesiones fue el tema del ojo que trató con diferentes matices, dándole una significación particular de tal manera que: abierto era símbolo de conocimiento universal, y cerrado como símbolo de vida interior y soledad.
Otra de sus particularidades fue la evocación de la mujer llorosa tras el velo, fluctuando entre el delirio y el esplendor.
Fue compañero de Mallarmé y admirador de Delacroix y de Goya, al cual también le dedica en 1885 una serie litográfica inspirada en la “pintura negra” del gran artista.


Pierre Puvis de Chavannes Lyon 1824 - París 1898
Fue discípulo de Eugène Delacroix, aunque sus modelos durante el aprendizaje fueron los propuestos por Ingres. Hace pintura mural la que alterna con la de caballete. Durante la mayor parte de su carrera se dedicó a pintar grandes murales para los edificios públicos franceses; bajo la técnica del “marouflage”, que era un gran lienzo monumental que preparaba en su estudio y luego se encolaba al muro, fingiendo ser un mural auténtico. Si bien militó en el Simbolismo, fue el más moderado de todos, siendo su obra sumamente decorativa.
En su pintura “El Pobre Pescador” de 1881, que si bien está tratada con gran simplicidad, se ajusta a lo que Gauguen llamaba “Saintaise” palabra inventada por él, la cual no tiene traducción, ya que es un juego de palabras entre santificación y synthèse (síntesis); esto explica por qué tanto Gauguen como Seurat llegaron a copiar esta tela, ya que veían en él “el dibujo simplificado” junto a la tendencia monumental.
En sus obras “Bosque sagrado” y “Tierra Placentera” extrae las figuras de la estatuaria grecorromana, en “Bosque Sagrado”, representa a las nueve musas de las artes y a las tres alegorías de las Bellas Artes como un grupo de jóvenes que retozan en un bosque idílico. Su pintura es tranquila, fría e irreal; recreando temas clásicos y llevándolo hacia una dimensión mística. Este tipo de escenas tuvo mucho éxito en su época, tanto entre los conservadores por obvias razones como entre los vanguardistas porque apreciaban la serenidad y equilibrio de su pintura.


Gustave Moreau París 1826 - París 1898
Fue inicialmente un pintor academicista de gran formato, dedicado a los temas históricos, la pureza de su línea la debe al aprendizaje inicial en la Academia, así como a la herencia pictórica de Ingres.
Bajo esta premisa expuso en el Salón Oficial, pero ya en la década de los ‘70 queriendo romper con lo anecdótico y lo narrativo de la pintura vigente, deja de concurrir a los salones oficiales y se aísla. Se transforma en un diletante solitario enemigo de las exposiciones, trabajando en su taller privado donde sólo podían entrar sus alumnos, los que él mismo formaba en la Escuela de Bellas Artes de París. Se volcó al estudio documental de la mitología y de las religiones y se entregó a un misticismo teológico que aunque hecho de confusiones místicas y esoterismo, le conducirá a un análisis general y preciso del alma humana.
Moreau ha sido reconocido como mentor de jóvenes talentos, los que serían, los futuros Foves. Supo ver de inmediato el talento de sus alumnos entre los que se contaban Matisse y Roault; quienes aprendieron de su pintura y a los que dejó trabaja en total libertad sin imponerles ningún tipo de normas, actitud propia de un gran maestro.
“Simplificarán la pintura” decía Moreau cuando hablaba de sus alumnos, sabiendo el papel determinante que él mismo estaba jugando con su postura imaginativa y antipositivista. “Yo soy el puente que alguno de vosotros atravesareis”, les decía, a la luz de los acontecimientos es algo que no podemos dejarle de reconocer.
Recién a partir de 1886 hasta su muerte aceptó cargos oficiales y el reconocimiento de las instituciones académicas.
Para explicarnos mejor cómo fue desarrollándose su estilo, diremos que, fue un hombre culto, coleccionista de arte bizantino, persa e hindú. Decididamente antirrealista nos dice: “No creo en lo que toco, ni en lo que veo. Creo... en lo que siento”.
Lector ferviente de Poe y Baudelaire, es llevado por estos al camino que va del éxtasis a la pesadilla. Pretende en su pintura hacer visible lo que sabe que únicamente pertenece al campo del espíritu.
Su pintura de corte literario, recrea mundos orientales como salidos de Bizancio o de Persia.
Tomó con frecuencia temas de la mitología griega como fuente de inspiración. La historia de los dioses olímpicos le sirvió como excusa para dar explicación a las pasiones y debilidades humanas. Se interesó por todo tipo de variantes sexuales como ser: el complejo de Edipo, la homosexualidad, la iniciación en la adolescente. Consideraba a la mujer como un instrumento diabólico que introducía en este mundo todos los males y perversiones siendo dueña siempre de la situación.
Desde el punto de vista pictórico configuró un estilo libre, su pintura está recargada de materia por lo que la superficie resulta irregular; provoca cortes bruscos de color, creando un ambiente casi amenazador lleno de angustia y gran tensión en medio de ambientaciones mitológicas.
A fines de los años ‘70 principios de los ‘80, trabaja la acuarela, creando un nuevo lenguaje visual. Y aquí tenemos que detenernos para hablar de la célebre acuarela presentada en el Salón de 1876 “La Aparición”, es la historia de Salomé, a la que representó de formas variadas, transformándose casi en una serie. Obsesionado por la belleza femenina, convirtió a este personaje en central y emblemático de su pintura, impregnándolo de un demonismo erótico, que ya venía impreso desde un principio en el mismo personaje. Símbolo de la mujer bella, decadente y perversa, la representó en su desnudez adornada con joyas en cuyo cuerpo dibujó filigranas de insidiosos tatuajes y ubicándola dentro de un ambiente sobrecargado de suntuosidad.
Su obra está repleta de esfinges, grifos, hidras, unicornios y flores místicas.
Moreau nos dice de su Salomé: “Esta mujer simboliza la mujer eterna: un pájaro caprichoso, a menudo fatal, que atraviesa la vida con una flor en la mano buscando un ideal vago, casi siempre terrible. Siempre avanzando, pisándolo todo, incluso genios y hombres santos. Esta danza se baila, este misterioso paseo se desarrolla ente la fija mirada de la atónita muerte y el ejecutor con su espada”.


El Simbolismo alternativamente seguirá ejerciendo su influencia: volverá a tomar fuerza con el expresionismo del Baue Reiter, especialmente con Kandinsky y con Klee y las distintas corrientes de la vanguardia europea.
Tras la 1º Guerra Mundial se manifestará en Francia con el Surrealismo basado en la experiencia onírica como revelación de la realidad profunda del ser, esto de la mando de Freud, quien elabora un método riguroso, donde el mundo de lo inconsciente no es inaccesible, y su realidad se revela precisamente en los sueños que antes se consideraban una irrealidad. Luego de la 2º Guerra Mundial se revela a través de las tendencias “informales” ligadas a las filosofías existencialistas que rechazaban la distinción entre consciente e inconsciente.
Así vemos como por intermedio de la simbología los artistas se han expresado a lo largo de toda la historia del arte, y desde los tiempos más remotos hasta la actualidad creando un sistema de símbolos afín a la época para dar respuesta a las necesidades políticas, religiosas o espirituales de su tiempo.
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